La vocación transformada en el más multiplicador de los servicios.
Servicio a los niños, a los jóvenes, a sus familias, a la sociedad y al país, pues de formar a las generaciones nuevas se trata la misión docente, de manera que esa fuerza vital se sume, llegado el momento, al desafío del crecimiento nacional.
De esa manera podemos resumir la misión de quien abraza la tarea de enseñar, labor que homenajeamos cada 11 de septiembre con la satisfacción de conquistas alcanzadas en el plano laboral y pedagógico, pero por sobre todo con el desafío de los objetivos a cumplir, en defensa de nuestro sistema educativo.
En ese sentido, la secretaria general de AMET Nacional, Sara García, expresó su reconocimiento “a todos y cada uno de los docentes que a lo largo del territorio nacional, hasta en la más lejana de las escuelas rurales, reciben a sus alumnos con el afán de transmitir conocimientos desde la sensibilidad que sólo una maestra o un maestro pueden volcar en el ámbito áulico, hasta construir un vínculo de empatía indispensable para lograr los objetivos pedagógicos”.
“Desde el gremio AMET saludamos con gratitud y compromiso el trabajo cotidiano a nuestros educadores y educadoras, en la convicción de que solamente a través de su incansable perseverancia los jóvenes argentinos lograrán las oportunidades que merecen para realizarse como personas, en el oficio o la profesión que decidan emprender cuando llegue el momento”, expresó la titular de nuestro gremio.
